Entradas

Mostrando entradas de 2019

Escribiéndote otra vez.

Imagen
El cielo se vistió de miedo, no hay nadie al otro la lado de la cama, la risa que una vez nos contagió guardada en un rincón, debajo de la almohada. Tire tus cosas por el suelo, después jugué a inventar que te olvidaba. Mezclé recuerdos y veneno, volví a caer en la batalla. No hay sitios donde ir que no huelan a ti. No hay restos de los dos en tu mirada. Y ya sé como hacer, olvidarte y comprender que todo lo que tuvimos ya no es nada, cenizas que no volverán a arder,  no pienso ya en tu piel, no hay dudas, ya no espero tu llamada aunque ahora este escribiéndote otra vez. Ya conseguí vencer el miedo, el frío y los fantasmas que quedaban. La luna que saldrá de nuevo, hay pájaros alzando el vuelo, nuestra razón se equivocaba. No hay sitios donde ir que no huelan a ti. No hay restos de los dos en tu mirada. Y ya sé como hacer, olvidarte y comprender que todo lo que tuvimos ya no es nada, cenizas que no volverán a arder,  no pienso ya en tu piel, no hay dudas, ya no espero tu llamada

Desde que no estás.

Imagen
Supongo que no debería escribirte esto, pero se me atragantan los "te echo de menos" en la garganta y se me hacen los ojos mar cada vez que miro al frente y no eres tú la tierra en la que refugiarme. Un día te pedí que te quedaras, ahora estas en mi piel y no sé como borrarme esta herida. Intento abrigarme con tu recuerdo y no es suficiente, el invierno es demasiado largo para las personas que no olvidan. No sé quien de los dos grito "sálvese quien pueda", pero yo no he podido. Ha habido tormenta y  sigo sin encontrar el camino de vuelta a casa, tú tampoco has salido a buscarme. Malditos mensajes entre líneas que te piden que vuelvas, que no quiero escribir pero se envían solos, que nunca quise que leyeras pero entraron por esos ojitos directos al corazón y a todos los puntos de tu cuerpo que cardinales o no, hicieron que me perdiera como un naufrago en medio del mar y tus costillas, y maldita sonrisa la mía la que aparece cuando me miras con esa rebeldía y con esa

El lado izquierdo de la cama.

Imagen
Te levantas una mañana, una mañana cualquiera, un día normal, miras a tu izquierda y te encuentras con ese lado de la cama vacío, cuando debería estar ocupado por alguien. Digo debería porque cada día él estaba allí. Ocupando ese lado de la cama, cada noche y cada mañana. Él, tu único amor, ese amor al que nunca podrías olvidar. Si lo pensabas, no sabías cómo podrías pasar página, cómo podrías cerrar un capítulo de tu vida sin él y empezar un nuevo capítulo sola.  En tu cuerpo ha reinado ese sentimiento tan odioso, una mezcla de tristeza, de sentirte mal contigo misma y no saber qué hacer, cuando solo deseas que todo vuelva a ser como antes o simplemente que no haya dolor. Pero sabes que ni una cosa ni otra van a ocurrir, que la parte de tu cerebro que aún está serena te dice que con el tiempo todo se cura, que las heridas sanan. Pero tú no tienes suficiente paciencia para esperar todo ese tiempo, no te sientes ni con ganas ni con fuerzas. Cuando una mañana cualquiera te levantas y

Amigos y charlas terapéuticas.

Imagen
Todos estamos bien pero, ¡ay!, hay tanto que podría ir mejor. Tenemos veintitantos ya, porque el tiempo pasa muy deprisa y por mucho que nos lo decían nosotros no nos lo creíamos. Hasta que un día nos levantamos y nos dimos cuenta de que éramos, ¿como lo llaman? Ah, sí, adultos. Quedamos, nos sentamos al rededor de una mesa de un bar cualquiera, y nos decimos que necesitamos una cerveza, como si fuera la pócima mágica para todas nuestras desventuras. Porque hay que olvidar que esta semana la vida nos ha pasado por encima, otra vez. No sabemos muy bien cual es el objetivo de esas largas conversaciones que nos dejamos las cuerdas vocales para ver quien ha sido el más desgraciado, y es que una vez que empiezan nuestros discursos no hay quien nos pare.  Yo creo que todos buscamos desahogarnos, captar un poco de atención y de ese cariñito que solo te dan los amigos cuando te ponen una mano en el hombro y te dicen que te entienden, que todo va a ir a mejor, que te des tiempo, o que van

Calamar♡

Imagen
Hoy, me dio por echarte de menos. Hoy me he dado cuenta del tiempo que hemos pasado lejos el uno del otro. Hoy me dio por echarte menos. Me dio por ver fotos viejas, recuerdos guardados en el fondo del alma.  Me dio por recordarte a ti, tu presencia, tus tontadas. Me dio por sentir tu ausencia y el  vacío  que dejaste. No te has ido tan lejos, porque sólo kilómetros nos separan, pero, me dio por echarte de menos. Me dio por ver fotos donde sale la familia completa, cinco personas que formaban un eslabón perfecto e imperfecto a la vez… Familia al fin. No hay reunión completa, ni donde tú estás ni donde estoy yo. Falta un hermano, el hermano que se fue. Navidades, años nuevos, cumpleaños de aquí y allá… ha sido mucho tiempo. Hoy me dio por valorar tu ausencia.. ¿Qué te puedo decir? Me dio por echarte de menos. A veces damos por sentado la presencia perpetua de determinadas personas. Damos por sentado que estarán ahí siempre.  Las ves todos los días, a cada rato, en disti

Soy sin ser.

Imagen
Hace días, meses, que no me siento inspirada. Hace días, meses, que no veo una buena película, qué no tengo ni tiempo (ni ganas) de acabarme ese libro que con tanta fuerza empecé. Hace días, meses, que todo está desordenado. Todo. Mi vida. Hace meses, años, que no sabría decir que ocurre. Ni despertarme. Ni concentrarme. Ni avanzar, ni respirar. Hace meses que no sé qué me pasa. Que no soy yo. Que no me encuentro. Me gustaría que el mundo no girara tan deprisa. Porque entre lo rápido que va y mi inercia a no parar, siempre voy dando tumbos por la vida. Sin una meta, sin un propósito. Bueno sí, el único: ser feliz. ¿Cómo? Ni idea. Y eso hace que me desconcierte. No sé qué quiero. No sé adónde voy. No sé quién quiero tener a mi lado. Realmente, no sé ya ni quién soy. Igual os ha pasado alguna vez. Tener esa sensación continua de no estar controlando aquello que te ocurre, y a la vez, ver como se te escurre el tiempo entre las manos como granos de arena, miles de millones de segundos que

Perdóname por escribir esto.

Imagen
Perdóname por escribir esto, pero es la única manera que tengo de despedirme de ti, al menos de la mejor forma que sé, abriéndome en canal para sangrar letras sobre la pantalla. No me preguntes por qué, pero te quedaste enganchado de pies y manos a mis costillas, y aunque ellas sepan que no cualquiera accede a mi pecho, conocen de sobra que quien lo hace se va a quedar durante mucho mas tiempo. No sé qué les hiciste a las mariposas de mi estomago, pero con los nervios que siempre llevo conmigo notaba que de un momento a otro se me saldrían por la boca, dirección la tuya y ojala hubieras sentido lo que yo, pero no. Quizá era pedirte demasiado. No sé que más me falto para que me echaras de menos mas de seguido, para que no salieras huyendo bajo la escusa de que tenias miedo, porque sabes que yo te hubiera hecho de todo, menos daño.  Recuerda cada kilómetro que recorrí por ver tus ojos a milímetros de los míos, pero valieron la pena por tenerte a centímetros. Que ahora estoy a años l

Más que amigos.

Imagen
Posiblemente leas esto y no te des por aludido. Posiblemente pienses que se lo escribo a otro y que solo te quiero como amigo. Posiblemente creas que no te miro de reojo cuando estamos juntos o que me da igual que me hables de otras manos que te tocan. Posiblemente haya estado mas horas al teléfono contigo que con cualquiera y haya perdido la cuenta de cuantas noches me aliviaste el insomnio. Posiblemente no sepas que muchas veces te he sonreído por fuera cuando ardía por dentro porque me decías que estabas conociendo a alguien y no era yo, pero primero si eras tú. Posiblemente no me creas cuando te digo que nunca antes había tenido tanta confianza con el sexo opuesto y que no eres uno más en la lista. No tienes ni idea de a cuantos planes he dicho que no, por pasar una tarde, una noche o incluso unos minutos contigo. Que cuando salimos de fiesta y tu miras otras bocas yo solo veo la tuya en mitad de la pista, deseando que me saque de una puta vez por todas a bailar. Quien me iba a de

Si algún día me recuerdas.

Imagen
Si algún día me recuerdas acuérdate en las noches que compartimos insomnio, de las películas sin terminar porque nos empezábamos nosotros y de nuestra manera de reír juntos. Si algún día me recuerdas piensa en el daño que no me hiciste, en tu manera de desvestirme y de quitarme los miedos a besos. Si algún día te da por recordarme no me llames, no eches de menos mi perfume y no me busques en tu portal a las dos de la madrugada, porque yo ya no estaré ahí. Búscame quizá en el parque donde nos dimos el primer beso, en el que te lloré porque mi pecho iba a estallar por no decir te quiero, en el que me sujetaste las manos porque mi vida se tambaleaba tanto que mi único punto de sujeción eran tus dedos. Búscame en cada carta que no quemé o en las fotos que están acumulando polvo debajo de la cama. Si algún día me recuerdas, no me escribas, de eso ya me encargo yo todas las noches aunque no sirva para nada. Prométeme que si me recuerdas, aunque solo sea un segundo, no volverás, no romperás

Querido amor imposible.

Imagen
Si yo hubiera podido elegir que hacer cuando te vi por primera vez, te prometo que lo hubiera mandado callar al corazón y a todos los órganos vitales. ¨ No esperes nada de nadie y no te llevarás decepciones ¨, como si yo eligiera cuando mis ojos brillan por algo o supiera cuando me voy a ir de bruces contra el suelo. ¨ No deberías quererme ¨ como si hubiera un interruptor entre cada pulmón y pudiera darle al off de los sentimientos y dejar que te fueras como viniste, rápido y sin miramientos. ¨ No me pienses más ¨ como si yo decidiese cuando mi mente se va a poner a echarte de menos, como si yo quisiera un nudo en la garganta cada vez que pienso que es imposible los nuestro. Y que seguramente estas cogiendo otras manos que no besan como las mías. Te he escrito tantas veces a escondidas que las letras están empezando a salir debajo del colchón, porque por desgracia tu no estás en él. Y te llaman, te llaman en silencio y a gritos y tu prefieres ver desnudos en tu cama, tocar espaldas cu

¿Qué pasó la última vez que nos vimos?

Imagen
¿Qué que pasó la última vez que nos vimos?  Ojala supiera que iba a volver a echarle de menos. Que cuanto más me repetía que no caería de nuevo en esos ojos más me pedía el cuerpo que me acercara al suyo. Y no sé por qué, pero lo hice, supongo que por la nostalgia que llevaban tanto tiempo mis labios guardando. Le besé y su respuesta fue tan inesperada como placentera. No recordaba que besara tan bien, que supiera calmar tantos nervios con un solo beso, ni que sus manos me echaran tanto de menos, o eso parecía cuando me cogió de la cintura como si me fuera a ir otra vez. Y vi esa sonrisa de nuevo, de la que me enganche en su día como si no hubiera más, la que busqué sin parar entre los rostros de la gente y que hasta entonces no había vuelto a encontrar. Sentí sus brazos rodearme todos los recuerdos, sentí como si por dentro todo estuviera recomponiéndose, como si nunca me hubiera roto y la paz siempre hubiera estado ahí, en esos ojos que guardaban el mundo entero transformado en ma

A quien dejé ir.

Imagen
Hay momentos en los que creemos que estamos haciendo lo mejor. Hay momentos en los que, por eso de la estupidez humana, creemos que estamos haciendo lo correcto, y nos estamos equivocando. Tantas veces, las emociones nos juegan una mala pasada y nosotros, simplemente,  nos dejamos llevar . Los impulsos nos inducen a las malas decisiones. Podría decirte que de los errores se aprende pero, lo cierto es que de nada me sirve tener ahora la lección aprendida. Porque un día te perdí, un día antepuse lo insignificante de la vida, me agarré a las excusas que se me ocurrían y que se me escurrían de entre los dedos, como lo poco que quedaba de nosotros. Un día me ahogué en las preguntas y naufragué en un mar de dudas. Un día, hace tiempo, me enseñé que hay personas a las que jamás podré olvidar. Que hay recuerdos que jamás podré borrar. Que hay errores que no se pueden enmendar y, desde entonces, te prometo,  que no he dejado de luchar por quien merece la pena . Sé que ya no sientes nada po

(Casi) la historia de mi vida - Parte II.

Imagen
Aquella historia acabó dejándonos como antes de conocernos, la única diferencia era que yo sabía su nombre y que la mayor parte de recuerdos los teníamos en común. No te voy a mentir, fue bonito mientras duró. Como dicen la mayoría de las historias de amor. Pero también hubo heridas que nos marcaron a los dos, y uno al final decide soltar la cuerda antes de que ésta le queme la mano de tanto estirar. Nunca pensé que acabaríamos siendo como un par de desconocidos que casi ni se miran al cruzar o que dejaríamos de hablar de la noche a la mañana. Durante un tiempo, no quise asumir que había perdido al amor de mi vida porque tampoco asumí en su momento que me había perdido yo antes. Ese es el error que la gente comete, pretende querer a otra persona sin quererse a si mismo antes y créeme, es la mayor putada desconocida. Lo peor viene después, cuando le quieres ver en todas las personas que conocerás, cuando le has subido a un pedestal tan alto que ni tu misma le puedes bajar. Cuando maldi

(Casi) la historia de mi vida - Parte I.

Imagen
Esta vez, déjame contarte una pequeña historia, no pienses en nada, deja la mente en blanco y solo léeme. Pero quédate. Vamos a hacerlo diferente, vamos a hacerlo como yo quise que fuera. Vas a imaginar conmigo como nunca quise que acabara. Y como ahora solo quedan letras impregnadas en una pantalla vacía y en una voz quebrada.  Solo me he enamorado una vez y por desgracia cuando lo estuve o no me di cuenta, o mi subconsciente era demasiado ingenuo para aceptarlo. Yo he sido siempre de tener un prototipo de persona, la típica persona que idealizas como perfecta a tus ojos, sin saber que al enamorarme ese prototipo se iría completamente a la mierda. Porque solo necesito el mismo contacto visual y una noche de conversación. Siempre me pregunté que se siente cuando uno está enamorado, si es verdad eso que dicen de las mariposas, de las abejas asesinas o del zoológico en el vientre, si el amor es ciego o si pierdes la cabeza. Sinceramente, es verdad, pero cada uno lleva su propia locura

No soy la misma de siempre.

Imagen
A quienes digan que he cambiado que no soy la de siempre, por supuesto que lo soy, pero ahora no me callo lo que pienso, se diferenciar entre ¨te quiero¨ y ¨te quiero para una rato¨ y ya no me escondo las alas para volar, se cuando quieren hacerte daño y no, no soy sobrehumana pero tengo más heridas que años por desgracia. No me muerdo ya las uñas si algo me da rabia, posiblemente te muerda el corazón con cualquier verdad porque duele más y así me eches de menos más tarde. He aprendido a levantarme si me caigo, si me raspo las rodillas o el alma y a pegar patadas a las piedras que me impiden seguir caminando hacia donde quiero ir. He aprendido que si duele no siempre sangra, pero al fin y al cabo los latidos y el luto de normal van por dentro. Que los kilómetros no son sinónimos de distancia cuando te dejas el corazón en cada metro y que hay personas que te erizan la piel sin tocarte. He aprendido a desconfiar en unas pupilas que te miran de frente y a confiar en una cabeza cabizbaja

Carta al chico del que me enamoré.

Imagen
<<Hola, nos conocemos y bastante bien. Necesito contarte cómo ha sido mi vida desde que me enamoré de ti, desde que te quise, desde que te fuiste, desde que saboreé en mis propias carnes qué es sentirse lleno con alguien al lado. Espero que estés bien aunque no sea conmigo, pero no he venido a soltar lágrimas fáciles sino a darte las gracias. Porque me enamoré de ti locamente y mis heridas lo confirman, yo era virgen en eso de tener mariposas, exactamente no sabía ni lo que era y de repente sin pedirlo, el viento te trajo para quedarte aunque ese rato no durase toda la vida, aunque cuando te fuese a buscar una última vez ya fuera demasiado tarde. Me hiciste grande siendo tan pequeña, subimos al cielo, dejamos de ser mortales para ser eternos.. Me enamoré de ti porque me enseñaste a hacerlo y el tiempo se detuvo en el momento exacto que lo hice. Por eso he venido a darte las gracias, porque me di cuenta que amar es de esas cosas que tienes que hacer antes de morir, que tienes que

La gravedad siempre gana.

Imagen
<<La gravedad siempre gana>>, me decías mientras te ibas marchando, poco a poco, como si fuese una eternidad. Y nos mirábamos mientras tanto. ¿Sabéis cuando quieres decir tantas cosas que no dices nada? Pues eso. Ni tocarle alargando el brazo podía. En aquella distancia, en aquellos pocos metros, había una brecha y, allí abajo, nada. Negro. Si me hubiese movido habría caído. Luego escuché cerrarse la puerta. No fue un portazo, fue un susurro. Una caricia contra la conciencia y, como de una pesadilla, desperté repentinamente. La temperatura había caído dieciocho grados, por lo menos. Y la habitación parecía el doble de grande. O a lo mejor era yo, que me había vuelto más pequeña. Si, es cierto que mi corazón latía raro, ni rápido ni lento, quizá sin ganas. <<¿Y ahora qué?>>, me preguntaba. Así que me senté en el sofá y me puse la tele. Subí el volumen y presté atención al parte meteorológico. Se avecinaba una tormenta en mi habitación. Por lo demás, en casi toda

Esta es la respuesta que buscabas.

Imagen
Esta es la respuesta que querías o que simplemente yo he querido darte. Esta es la respuesta que me juego el cuello a que nunca quisiste escuchar, y que ahora, vas a sentir. Lo siento y pido disculpas por no sentir un mínimo ápice de nostalgia por nuestros recuerdos. Si, te vuelvo a sentir, te vuelvo a escribir porque quiero decirte lo que me está desgarrando por dentro. Lo que mantengo en silencio desde hace tiempo y necesitaba salir. No sabes la de veces que he pensado en lo poco que valía la vida, porque tú te llevaste la mía contigo. Vuelvo a escribirte porque me rompiste en mil pedazos y aquí sigo. Porque pensé que no soportaría el dolor que tu dejaste y ahora quiero gritar a los cuatro vientos que de ti no muere nadie. Vuelvo a escribirte para decir que he sobrevivido a esos ojitos azules que un día se largaron. He sobrevivido sin tener la calma de tus brazos y ahora sé que no fue para tanto. Que la luna acabe bajándomela yo solita porque me cansé de esperar en vano. Que de pr

Me voy.

Imagen
Me voy. Lo dejo todo. Me voy. Rompo con todo. Rozo con cualquier coraza y exploto todo lo que toco. Me voy. Sé que queda poco. Sé que si no es ahora será pronto. Y que hay demasiada pólvora en mi pecho que en breves va a estallar. Me voy porque si me quedo nada será igual, porque hay veces que es mejor soltar la cuerda que darle el placer a otro de que te la pueda atar. Me voy porque quiero volar. Tanto tiempo entre rejas me ha hecho olvidar la libertad. Me voy porque he aprendido a no tener rencor, a olvidar a quien ardía por dentro y escribir mucho mejor. A soltar entre líneas todo mi dolor y a no ponerme barreras que me frenen el temor. Me voy sin miedos y sin nada más. Me voy por la puerta grande porque en su momento me toco entrar por detrás. Me voy porque quiero. Porque esto me supera. Me voy porque volveré con ganas y con una sonrisa que no quepa por la puerta. Me voy porque tengo que coger carrerilla para todo lo que venga. Esto no es un adiós, es un quédate y siéntate a ver

El chico del momento equivocado.

Imagen
Tantas otras veces lo hemos sido, y esta vez ha sido él, el chico del momento equivocado. Le conociste como se conocen a esas personas que te marcan en la vida, por casualidad. En tus planes no había paradas a medio camino, y sin embargo, tiene razón eso que dicen que cuando menos se busca, más se encuentra. Y así te lo encontraste a él, por accidente. Es de ese tipo de personas con las que conectas sin querer, sin pesar, que simplemente surge. Demasiado bueno para ser verdad, y por entonces sólo quieres aprovechar cada segundo en su compañía. Tardes de cervezas y suspiros dados de la mano. Alocados, atolondrados, saliva, risas y besos. Pero sabes que algo no va bien. Simplemente lo sientes. Puedo cerrar los ojos y recordar esa sensación.  Porque llegaste en el momento equivocado. Una ruptura, un problema familiar, un sacrificio laboral, o cualquier otro problema que se interpone en el camino. Y es por uno de ellos, con el que no contabas, que se interpone por el medio ahogando la

Casi sin darte cuenta.

Imagen
Casi sin darte cuenta ha sucedido. El peor día de tu vida, en el que creíste morir cuando unas palabras dichas sin tacto alguno te hicieron como cuchillas en las entrañas, forma un poco más parte del pasado. Esos recuerdos que vienen como granadas inesperadas de esos momentos que jamás volveréis a vivir juntos y todo lo que hacíais juntos que sabes que jamás volverás a hacer porque te recuerdan demasiado a él. Ese dolor de un herida abierta, que sangra a raudales, y que solo puedes taponar con apósitos que enseguida se empapan y hacen que la sangre brote de nuevo a mares junto con tus lagrimas, que descansan hasta evaporarse en tu almohada, de noche, mientras das vueltas en la cama sin poder dormir. Ese dolor que no te deja comer y hace que pierdas peso de una forma alarmante. Todo esto pasará sin darte cuenta. Un día te despertarás con ganas de hacer algo nuevo y no con un vacío desolador en tu pecho. Ese día te darás cuenta de que la herida está en carne viva todavía pero ya n

Fui fuerte.

Imagen
Fui fuerte al abrirte las puertas de mi corazón cuando tu más las necesitabas, al abrazar cada uno de tus defectos con tal de estar cerca de ti.  Fui fuerte al cogerte de la mano y decirte que todo saldría bien, que nos queremos y no tenemos por qué perdernos. Fui fuerte al mirarte a los ojos y transmitirte todo sin necesidad de mediar palabra. Fui fuerte, fui fuerte al decirte que te quiero, al decirte que no sabría olvidarte y al decirme a mí misma que debía dejarte marchar. Fui fuerte al pronunciar palabras de despedida en el más profundo de los silencios y a susurrarte al oído que eres todo aquello que andaba buscando. Fui fuerte al convencerme de que ya no éramos nosotros, que sólo éramos dos conocidos con caminos bifurcados llenos de puentes que nos van uniendo de forma aleatoria. Fui fuerte al pasar los domingos de cama a solas junto a un café caliente. Fui fuerte al sostener esas lágrimas que se disponían a inundar mi rostro cuando tu foto aparecía en mi carrete.

Noches de insomnio.

Imagen
Por las noches de insomnio que te aclaran la mente y por esos sentimientos amargos que hacen tu vida más dulce. Porque siempre duele un adiós, porque no nos gustan las traiciones, porque no me quiero ir pero me tengo que despedir. Porque me duele que me engañes, porque me duele tu verdad, porque a veces te quiero honesta y otras no sé ni lo que quiero. Porque te lo he dado todo, porque no quería dártelo pero no podía dejártelo de dar, porque siempre fuiste la mejor droga que pude probar. Porque yo no era yo, porque tú eras muy tú, porque yo quería irme pero no podía dejar de quedarme. Porque hoy soy yo, mi destino, mis actos, mis sentimientos y mis acciones son mías. Porque no hay mayor felicidad que la que reside en una conciencia tranquila. Por seguir hacia delante con los ojos vendados, por la valentía más cobarde. Por el si te caes te levantas dos, por las vueltas en la cama que acaban en el mismo lugar. Por los cobardes que quisieron ser valientes, por todas las veces que tropeza

Pasar página.

Imagen
Esto es por todas las personas que están siendo fuertes ahora mismo. Tú, entre otras. Cuando conociste a esa personas que no sabías, no pensabas, no podías llegar a imaginar que pudieras enamorarte de ella. Tú no estabas especialmente interesada, le conociste por casualidad. Tal vez en clase, tal vez por ser amigo de unos amigos. Esos pequeños detalles que tenía contigo sin esperar nada a cambio, y exactamente eso era lo que le dabas. Pero él seguía ahí y, cuando todos esos detalles empezaron a tener peso, cuando te demostró más de lo que hacían tantas otras personas, decidiste darle una oportunidad. Sin planes de futuro, sin presiones. Le diste una oportunidad y, no sabes cuándo, no sabes cómo, te enamoraste de él. O de ella. Las cosas iban muy bien, la balanza empezó a igualarse y estabais perdidamente enamorados el uno del otro. Estoy segura de que podrías contarme tantas historias que tenéis juntos, tantas aventuras, lugares y experiencias nuevas que compartisteis, que el ti

Si supieras.

Imagen
Si supieras la de veces que te he visto en línea, y he tenido miles de ganas de dejar los reproches a un lado. La de veces que he escrito una parrafada que no serviría para nada y he mirado fijamente el botón de enviar para terminar borrando todo de golpe, lanzando el móvil contra la cama para cogerlo cinco minutos después y volver a repetirlo todo. Si supieras que he probado a borrarlo pero me lo sé de memoria. Y al rato estas otra vez en mi agenda.  Si al menos supiera que te acuerdas alguna vez, que no fue algo sin importancia para ti, aunque apenas nadie lo sepa. Si supiera si alguna vez pensaste igual que yo, y terminaste borrando. Si al menos supiera si hay otra persona que inunda tus noches. Si supieras las veces que me he dormido con el móvil al lado. Por si me hablabas inesperadamente otra vez. Como antes. Cuando no dormíamos por una frase más. Si supieras las ganas que tengo de que al despertar tenga un simple ¨Hola¨ tuyo. Me río cuando me lo encuentro de nuevo la ma

Echándome de menos.

Imagen
Me he echado de menos muchísimas veces, tantas que dejé de contarlas cuando comprendí que tal vez fuera así siempre. Me he perdido en miradas ajenas, en abrazos que no abrigaban, en personas que no eran reales, y que sólo aparentaban ser lo que no eran. Me he lanzado al vacío sin importarme las consecuencias, me daba igual hacerme añicos o acabar entera si era capaz de salvar a quienes quería. Me he fallado constantemente por intentar no fallar al resto y para cuando he querido darme cuenta no quedaba nada de la persona que era antes. Había dejado de ser, había dejado de brillar como solía hacerlo y ese miedo que tantas veces me había acompañado, había terminado ganando. Se había salido con la suya y lo peor de todo, yo se lo había permitido al agachar la cabeza ante su mirada y no hacer nada por plantarle cara. He llorado muchas noches y me he odiado otras tantas, he gritado escribiendo y me he ahogado entre mis propios gritos. He bailado con la soledad y he conversado mil vece

Con pies de plomo.

Imagen
Te hicieron daño. Sin causas, sin motivos, sin expectativas. Sucedió y, desde entonces, sin querer, como acto reflejo,  como muralla para tu castillo , no eres la misma persona. Tienes las puertas cerradas.  Y lo entiendo.  Con pies de plomo te dicen muchos. A todos nos han hecho daño alguna vez. Y te sueltan esa frase de que el dolor nos hace fuertes, pero tú no quieres ser fuerte,  sólo quieres que pare . Quieres acabar con esa realidad que te presiona el pecho unos segundos después de despertar, cuando todos los recuerdos nublan tu mente una vez más.  Siempre presentes. Siempre presentes. Siempre presentes . Como tu canción favorita sonando en el tocadiscos una y otra vez hasta que se raya. Y en ese momento, en el que la calma del sueño te abandona para caer de golpe en la realidad, ese momento es eterno. Y, por cierto, es una mierda. No te lo esperabas, pero te hicieron daño. Tú diste todo o estabas dispuesto a darlo . Por qué. Confiabas en esa persona, nunca te lo h

Gracias mamá.

Imagen
Gracias mamá. El cariño de una madre es incomparable y tu cariño, mamá, siempre ha sido excepcional. Gracias por tu atención y tu amor incondicional. Por esos nueve meses que compartimos y por todos los años que los han seguido y que nos quedan. Por todo tu tiempo y todos esos momentos a tu lado, mamá, quiero darte las gracias. Gracias por todos esos biberones que se convirtieron en bocadillos, todos los días. Por tu insistencia. Siempre día tras día. Por enseñarme a dar los primeros pasos y asegurarte de que fueran fuertes. Por enseñarme a atarme los cordones, a usar el cuchillo y el tenedor, a usar el cepillo de dientes, a peinarme, a vestirme. Y por ser mi maestra particular. Y es que las cosas que parecían tan complicadas se hicieron simples gracias a ti y a tu ayuda. Siempre dispuesta a solucionar todos mis problemas. Y que todos mis miedos desaparezcan cuando tú apareces. Gracias mamá por tu paciencia. Sólo tú encuentras lo que yo he perdido. Te encargas de que, ante tod