Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2020

Ella, explosiva y mar en calma.

Imagen
Ella es una de esas personas que te conducen al extremo. O la adoras o la odias. Hay días que parece una tormenta eléctrica. En sus ojos, la chispa. Y en sus palabras, la perdición. Te arrastran, como si fueran grandes olas, mar adentro. A su mundo de opiniones candentes, de ganas de cambio, de ideas alocadas, de lágrimas a flor de piel y risas desternillantes. A su mundo patas arriba, de planes improvisados, de rebeldía. Ella, explosiva, poniendo el mundo por montera, recorre la ciudad que le parece tan llena de gente pero tan vacía. Joder, en en su sonrisa cabe todo un universo. Tan insurgente, que la cabeza no entiende de normas cuando el corazón le pide que no las cumpla. Tan pasional, tan auténtica, que lo dejaría todo y no te pediría nada si cree que te lo mereces. Hay días que parece un mar en calma. Tranquila, pensativa, quizás distante. Te sonríe con los ojos tristes y en ese preciso momento sabes que la tienes ahí, pero que su mente está muy lejos. Y en esos días se deja

Lo que el tiempo se llevó.

Imagen
Siempre he pensado que los relojes corren en mi contra, siempre marcando la hora exacta que debo llegar a los sitios, siempre con prisas cuando algo no va bien y tan extremadamente lentos cuando las cosas no salen como deberían. Siempre ese temor a llegar tarde a ninguna parte, ese correr sin sentido por llegar a una meta, que no existe. Siempre eso de que el tiempo lo cura todo. El tiempo no cura una mierda. Nos curamos nosotros mismos al darnos cuenta que no merecemos estar tristes por alguien que no sólo ha pasado de página, que ha cambiado de libro, de estantería e incluso de casa. Si algo me gusta del tiempo es que entendí que no vuelve, que todos los minutos que gasto sin hacer nada son minutos que nadie me va a devolver, que no hay una prorroga al final del partido para hacer lo que no has hecho, durante el tiempo de juego. Que nadie te va a regalar dos días extras en tu vida para poder gritar todo lo que has callado, y es por eso, que aprendí que el tiempo hay que aprovecharlo