Siempre serás eterna.
Como si fuera ayer y el tiempo no pasara, como si las arrugas de tu cara fueran un complemento más, como si no fuéramos conscientes de que los días pasan factura, como si quisiera tapar la realidad con una venda y cogerte la mano para siempre, como si buscase no perderte nunca y que el olor de mi plato favorito de ti abuela no desapareciera algún día. Me has hecho creer en lo eterno, en que si algo se rompe no se tira, se arregla. En que los héroes no siempre llevan capa, a veces hasta les faltan dientes y caminan lento. Me has hecho creer en que se puede mirar a los ojos y ver magia, sin trucos, solo con unas manos que aprietan fuerte y que nunca sueltan. El mejor lugar cuando todo dolía era tu regazo abuela, abrazándome los miedos y calmando las tormentas que no dejaban de llover por dentro. Que la vida no es fácil pero era más llevadera si se te escuchaba un domingo en el sofá a media tarde o cuando fuese. Que contigo la cocina siempre estaba abierta y se podía jugar