Entradas

Mostrando entradas de 2020

¿Te quedas?

Imagen
La verdad que no soy perfecta, tengo mis defectos y hay veces que no me aguanto ni yo. Otras muchas el humor se me va de las manos y estoy más borde de lo normal, y hasta todo me molesta. Algunas te contesto mal sin venir a cuento y muchas otras ni siquiera tengo motivos para mandarte un “ok”. Incluso otras estoy un poco seca simplemente porque mis ánimos me hacen estar así o porque se me ha de rramado el vaso por la mañana. O simplemente porque solo necesito mimitos. No sé, soy un poco rara también. Supongo que estar conmigo no es todo color de rosa, aunque también soy de las que pienso que si todo fuera así, no tendría gracia ninguna. Así que al final, hasta lo podrás agradecer, porque está claro que conmigo no te vas a aburrir y que hoy no tendrá nada que ver con mañana. En mi defensa diré, que los días que no me aguanto ni yo, a ti te quiero más aún, te quiero cuando me llamas cabezona, te quiero cuando me sacas de quicio, te quiero cuando nos dejamos de hablar un rato, te quiero c

Mi serendipia.

Imagen
Siempre he pensado que las casualidades son coincidencias que no existían para muchas personas, que eran muy pocas las personas afortunadas por encontrarlas, por vivir su serendipia. He pensado durante largo tiempo que las casualidades se construyen, que están llenas de causalidad, de intención y de mucha estrategia detrás. Que si te pones a pensar, dos más dos son cuatro, y hay demasiada coincidencia para ser casualidad. Que si me pasaban a mí, me daban mala espina y si les pasaba a los demás me parecía sumamente bonito y romántico. Hasta que te conocí. Cuando no pretendía ser receptiva, cuando evitaba al sexo opuesto con toda mi alma, cuando era una borde para evitar que la amabilidad se confundiera, cuando las experiencias que parecían ser no fueron, cuando los que creía príncipes resultaron ranas, cuando me mojaba con la lluvia y no me secaba, cuando decidí que sólo estaba yo… apareciste tú. Y de casualidad. De casualidad, de sorpresa, sin darme cuenta, y mi sorpresa al darme cuent

Por los que ya no.

Imagen
Hacer fuerza con los ojos, tratar de dormir. De nuevo. Tratar de no despertar, de hacer como que aún duermes. Cerrar los ojos y sentir que te tiemblan los párpados del esfuerzo. Fingir que no es hora de abrirlos, que no hay por qué levantarse, que no hay nada mejor que hacer. Pretender que la luz no molesta, que no es ni siquiera de día. Volverte a dormir de hecho, y sumergirte en el reino de tus sueños. Aquel en el que campas a tus anchas, aquel en el que no hay monstruos que te perturben ni batallas que acaben mal. Aquel en el que los castillos rebosan ilusiones, deseos, personas. El mismo en el que el reloj se congeló y nadie parece haberlo percibido. Un reino en el que las sonrisas no se esconden, al contrario se regalan a desconocidos. Donde  no hay abrazos olvidados que echar de menos.  Donde no hay prisas por llegar a ningún lugar, ni ausencias que requieran excusas que perdonar. Tratar de dar marcha atrás en el tiempo y poner en hora el reloj. Volver a un instante concreto. En

Tus personas.

Imagen
Las que hoy están, las que en algún momento estuvieron, las que algún día vendrán. Quienes te enseñaron de la manera en que menos te hubiera gustado. A base de engaños, de desengaños y de muchas noches de desvelo. Quienes pusieron de menos y se llevaron de más. Hasta una parte de ti que te costó recuperar. Que hicieron y deshicieron sin valorar lo que dabas, lo que eras, lo que valías. Pero que algo te enseñaron. Por no decir mucho. Hubo quienes, por el contrario, te dieron lo mejor de sí mismos. Su tiempo, su compañía, su infinita paciencia. Quienes estuvieron en las buenas y en las malas. En tus días más insoportables y en tus momentos más bajos. Quienes te esperaban ver entrar y te ayudaron a salir. Te metieras donde te metieras. Quienes te hicieron ser lo que hoy eres. O gran parte. Quienes apostaron por ti, cuando tú mirabas hacia otro lado y hasta escurrías el bulto. A quienes no puedes imaginar en ningún otro lugar, que no sea en tu vida. Incluso quienes ya se fueron para no vol

A pesar de la distancia.

Imagen
Te quiero desde el kilómetro cero, a pesar de la distancia y de todos esos peros, a pesar de no poder verte cada día. Cuesta, lo sé, cuesta no poder abrazarte cada vez, cada maldita vez, en la que necesitamos que nuestros brazos lo curen todo, cuesta querer y no poder y echarte de menos a cada rato.  Cómo si no fuera lo suficientemente complicado tener que mirarte a través de una pantalla, que no me deja saber a que hueles hoy. Cómo si yo hubiese decidido tenerte a kilómetros y tener que llamarte si quiero escuchar tu voz. Aun así, no cambiaría los encuentros, los abrazos después de tantos días sin verte y esos ojos que piden volver a guiarme. No cambiaría el dormir a tu lado cuatro veces al mes por dormir al lado de cualquiera cada noche.  Me dijeron que no sería fácil y no, no lo es, no es fácil despertarme en una cama que no está en la misma ciudad que la tuya. No es fácil abrazar a la almohada porque no puedo sentirte a ti. No es fácil tener que despedirme de ti cada domingo, con u

No estás aquí, pero si conmigo.

Imagen
Te fuiste, y aunque las cosas son ley de vida y ley de muerte, confieso que es complicado asimilar que ya no estarás aquí. Dicen que los abuelos deberían ser eternos y yo me pongo en el otro bando para contradecirlo porque cuando algo es para siempre no se llega a valorar del todo y sin embargo cuando las personas son efímeras se las quiere un poquito más, y mas aún cuando sabes que la edad las hará marcharse porque como me dicen todos, es ley de vida.  Ahora se me anuda el llanto en la garganta y no sale fácilmente, me invade la duda de si aproveché el tiempo a su lado lo suficiente, si no la defraudé, si se siente orgullosa allá donde esté.  Me gusta mi otro yo, que no para de repetir te quiero, siempre y hasta siempre, porque quizás nunca llegamos a decirlo lo suficiente mientras les tenemos arropando nuestros sueños. Joder, recuerdo todo lo que viví con ella, sombra y paracaídas que estaba siempre a mi lado cuando las cosas fallaban, segunda madre y por eso duele tanto cuando tiene

A mi ¨yo¨ del pasado.

Imagen
¨Hola, quien me iba a decir a mi que me pasaría por aquí para darte una lección de vida. Mira, te conozco, nos conocemos mejor que nadie o quizás yo más a ti que tú a mi.  Vas a madurar, y mucho. Ahora mismo pensarás que es otra persona que habla, pero créeme que al final los años y las experiencias te harán ver la vida de otra manera.  Lucha por tus sueños incluso por aquellos que parecen imposibles de primeras, de verdad, no sabes la cantidad de cosas buenas que te esperan y que jamás habrías esperado.  No quiero adelantarme a lo que no has vivido, pero sé que vas a crecer feliz y tendrás a tu lado a los de verdad, que no dejarás de inventar futuros y que la sonrisa nunca se te irá. También vendrán momentos duros, no te lo niego, situaciones que desearas no haber experimentado, personas que se marcharan antes de tiempo para no volver y otras que simplemente se irán por la puerta trasera, avergonzadas.  Te van a romper el corazón y tú también lo vas a romper, pero llegará el día que v

Me quedo contigo.

Imagen
Si, podría elegir a muchas personas antes de ti pero si he decidido quedarme contigo creo que es por algo y ese algo es porque eres tú. Los habrá mejores, peores, regulares pero cuando alguien me hace reír ya va por buen camino. Te acepto tal y como te conocí, con tus manías y tu pasado y tú le diste la mano a mis miedos, te los presenté y aunque aún nos estamos conociendo creo que podéis llevaros bien. Si me quedo contigo es porque tienes algo que me vuelve loca, porque pienso en ti casi todo el tiempo, sonrío al recordarte y me siento orgullosa al hablar de ti a la gente. ¿Qué foto es la que enseñas cuando hablas de mi? Porque la tuya la tengo elegida, guardada y preparada para sacarla a la luz y decir ¨podría ser otro pero es él¨. Creo que el amor es de las cosas mas bonitas del mundo cuando es sincero, y yo te quiero, así sin anestesia. No somos perfectos, ni quiero una relación perfecta, quiero una relación real que rompa los esquemas y que no le importe a la gente, solo a nosotro

Sin palabras.

Imagen
Hace días que no piso estas líneas porque mis manos habían perdido la capacidad de perderse por aquí. A mi corazón se lo había llevado la nostalgia a dar una vuelta por aquellas fechas que, por alguna razón, habían tenido suficiente fuerza para atravesarlo. Y es que desde que te fuiste, se me fueron un poco las ganas. Las ganas de escribir tan profundo y desde mí, que temblara en mis ojos tu recuerdo. Las ganas de que tu risa me acariciara el alma desgarrándola al escucharla. Y así, o por eso, le puse un parche al reloj y fui escribiendo historias ajenas en las que en ninguna aparecieras tú. Porque abuelita, te echo tanto de menos que me escuece el corazón cada vez que no encuentro palabras. Palabras para hablar de tu recuerdo en vez de contigo. Palabras para resucitar tu sonrisa, esa manera tuya de mirarme y aquellas lágrimas con las que me recodabas lo mucho que me querías. Pero, ¿sabes qué abuela? Hace tiempo que tengo algo que contarte.  Aquello que aún no había sucedido

Filosofía de vida.

Imagen
No sé si alguna vez te has ido a la cama con sensación de angustia, con esa inquietud que te dice que algo no va bien. Quizás algún día no hayas querido levantarte de la cama, literalmente. No hablo de pereza, sino de no querer enfrentarte a nada. Con la sensación de que el mundo te ha ganado la batalla y la realidad te supera. No sé si alguna vez te has puesto a llorar desconsoladamente, sin saber exactamente por qué pero con la seguridad de que todo es un asco. Si alguna vez has estado cansada de tu vida. No sé si es por las expectativas, o por esta realidad que nos empuja a querer más, más dinero, más cosas materiales, más amigos, mejor físico. Siempre más, más y más. Y cuando logras algo, la satisfacción apenas dura un instante, cuando te das cuenta de que no es suficiente. Nunca es suficiente. Un día una amiga me dijo que creía que su vida no tenía sentido, que se sentía perdida. Que no era capaz de alegrarse de verdad. Que sentía la tristeza agarrada al pecho y las cosas

Va a ser verdad.

Imagen
Va a ser cierto aquello de que el tiempo ayuda a olvidar y de que pasa a toda prisa. Que aunque no te guste esperar, y en ocasiones lo mejor es lanzarse a la piscina lo más rápido que puedas, a veces hay que aprender a esperar. A no pensar tanto. A armarte con toda la paciencia de la que seas capaz. Porque hay cosas que llegan con la primera marcha puesta y a 20 por hora. Pero llegar, llegan. Va a ser verdad que hay heridas que nunca terminan de cicatrizar porque te empeñas en acariciarlas cuando nadie mira. Aunque sea de tanto en tanto. Aunque sea solo un poco. Aunque haya pasado media vida. Cuando las reabres sin querer, cuando no le das tregua para olvidar o cuando les soplas en un vano intento de que dejen de escocer. Que hay recuerdos que irritan, pican y se infectan. Pero también hay memorias difíciles de silenciar. Las que no ocupan espacio pero llenan cualquier vacío. Esas que vale la pena revivir. Mil y una veces. Y puede que alguna más. Y que son esas, precisamente, l

Sobre el amor a distancia.

Imagen
Lo confieso. Yo también lo dije; con seguridad, sin parpadear. Nunca iba a tener una relación a distancia. “Yo no estoy hecha para el amor a distancia”, dije. La cuestión es ¿alguien lo está? Y, bueno, por entonces no me imaginaba hasta qué punto la vida me iba a hacer cambiar de opinión. Es por eso, que cada vez que alguien me dice que no podría tener una relación a distancia, con una mezcla entre pena y admiración por mí, suspiro y me parto de risa. Porque cuando estás en una relación a distancia te llueven los consejos y los comentarios, una y otra vez. Y tú los vas esquivando, como en el juego del buscaminas, porque sabes que es mejor no pensar en ello, por eso de no volverte loca. Porque poco o nada se sabe sobre el amor a distancia hasta que estás dentro. Hasta que no empiezas a disfrutarlo, y a sufrirlo. Te va limando y te va cambiando, y hay que luchar contra el miedo y las inseguridades. Cuántas veces me he acostado pensando que no me reconozco. Pero es que es t

¨Contigo¨

Imagen
Hoy pienso despertar teniéndote en mi mente desde el primer momento. Pensando en estar contigo, lamentándome primero por no poder sentirte cerca y aliviándome después por saber que el remedio será solo una cuestión de tiempo. Testigo de ello será mi almohada, hogar de los abrazos que me gustaría dedicarte y centro paliativo del síndrome de abstinencia que has conseguido instaurar dentro de mí. Te daré los buenos días de la forma más especial, con la única y mayor esperanza de robarte una sonrisa que hace conmigo lo que quiere y cuando quiere. Esperaré de igual manera los tuyos. Sintiéndome como una niña pequeña aguardando alegre e impaciente a la salida del colegio la llegada de su madre que le lleve de vuelta a casa. Porque casa es donde sonríen al verte. Y adivina quién es mi casa, mi escondite favorito, mi terraza iluminada con vistas al mar, mi suelo y mi techo. Adivina quién es el mejor lugar donde puedo estar. Iré a buscarte y esperaré a unos metros de la puerta, con la il

Ella, curiosa y revoltosa.

Imagen
Ella es curiosa. Va por el mundo con sus enormes ojos abiertos, intentando guardarlo todo en su memoria. No disimula cuando algo le fascina. Le gusta viajar. Tantas veces ha pensado en dejarlo todo y huir con su maleta repleta de por si acasos. Suele dar bastantes vueltas a las cosas y cree que le iría mejor si pasara de todo. Pero no puede. Ella no es así.  Confía pronto, aunque tantas veces se ha propuesto no hacerlo. Cuenta que así se ahorra decepciones. Pero no puede evitar abrir su corazón y su mente a quien le hable de amor, de sueños y de letras.  Dice ser patosa pero camina decidida hacia sabe dios dónde. Siempre con tantos planes, con tantas ideas, con tantas ganas de más. No vive cada día como si fuera el último, pero es feliz. Tiene sus días de sofá, manta y comida que engorda. Y le encanta. La vida sólo se vive una vez, repite. ¿Ahorradora? Algún día.  Le han hecho daño, alguna vez. Por tonta, dice. Probablemente ella también haya roto algún pobre corazón. Pero no

Siempre serás eterna.

Imagen
Como si fuera ayer y el tiempo no pasara, como si las arrugas de tu cara fueran un complemento más, como si no fuéramos conscientes de que los días pasan factura, como si quisiera tapar la realidad con una venda y cogerte la mano para siempre, como si buscase no perderte nunca y que el olor de mi plato favorito de ti abuela no desapareciera algún día. Me has hecho creer en lo eterno, en que si algo se rompe no se tira, se arregla.  En que los héroes no siempre llevan capa, a veces hasta les faltan dientes y caminan lento.  Me has hecho creer en que se puede mirar a los ojos y ver magia, sin trucos, solo con unas manos que aprietan fuerte y que nunca sueltan. El mejor lugar cuando todo dolía era tu regazo abuela, abrazándome los miedos y calmando las tormentas que no dejaban de llover por dentro.  Que la vida no es fácil pero era más llevadera si se te escuchaba un domingo en el sofá a media tarde o cuando fuese.  Que contigo la cocina siempre estaba abierta y se podía jugar

Eres tú.

Imagen
Tú, que apareciste en la más mínima casualidad, que encontraste mis ojos cuando yo me había fijado en los tuyos, que desprendías toda la calma que mi corazón en tormenta estaba buscando, y lo hiciste, sin más. Que llegaste para poner todo lo que habían trastocado otros en su sitio, sin previo aviso, con esa dulzura tan tuya y tus ganas de comerte el mundo. Que las casualidades me parecían coincidencias hasta que apareciste tú, haciendo que todo el universo estuviera a  nuestro favor. Que de tanto mirarnos acabamos sabiéndonos de memoria y que de tanto buscarte entre la gente acabe encontrándome con tu boca, con esa risa que tanto me provoca. Porque las horas nunca me han pasado tan deprisa cómo cuando tú estás rozándome las costillas encima de la cama y me besas en la frente. Porque madrugar se ha vuelto mi deporte favorito si es contigo entre las sábanas. Que puedes ocultarme que es lo que piensas, pero la manera que se te dilatan las pupilas cuando ven mis ojitos, lo dicen

Te diré para qué te quiero.

Imagen
Te quiero para que después de ese día llegues a casa y tu camiseta tenga mi olor. Para que esos miedos y esas dudas no existan cuando mi mano roce tu piel. Y que esa sonrisa tan tuya nunca desaparezca cuando escuche mi nombre. Para ver tu cara de sorpresa cuando te digo que falta más de una semana para vernos, pero me espero en la puerta de tu casa y te veo reaccionar cuando me miras.  No quiero prometerte ni la luna ni el mundo, ni nada que no pueda conseguir. Quiero prometerte que estaré ahí cuando todo se tambalee y no sepas ni a quien acudir. Quiero prometerte que de amor no se muere nadie pero sé cuanto puede llegar a herir y que seré ese pequeño salvavidas que no dejará que te ahogues, por muchos naufragios que hayas pasado y no confíes en que puede volverte a unir. Te diré para que te quiero como si te contase porque es necesario respirar. Que si existiera un radar de corazones posiblemente siempre me multarían por sobrepasar con creces el limite de velocidad establecida,

Una carta al cielo.

Imagen
<< Hola abuela. ¿Qué tal estás? Yo por aquí abajo me siento muy rara, ahora que ya ha pasado el día más largo de mi vida, estoy muy rara. Todavía no quiero entender porque te has tenido que ir. Porque nos has tenido que dejar a todos aquí.  Nos tenías que ver, a tu familia, esa que tanto te gustaba ver junta hoy estaba rota porque una parte de nosotros se ha ido para siempre. No hemos podido estar todos, ya sabes que somos muchos y que a veces es difícil. Ha sido muy bonito abuela, estoy segura que te habría encantado, te tenias que ver... Rodeada de flores abuela, ni te imaginas las flores que han llegado para ti, estabas guapísima. En la iglesia han tocado unos amigos del tío Miguel y no podía dejar de pensar en todos los viernes de verano por la noche, todos esos conciertos que me llevabas de pequeña, año tras año, y que tanto te gustaban... Hoy era exclusivo para ti reina.  También, el primo Luismi y yo hemos leído unas palabras en tu honor, yo no consigo recordar

Y entonces llegaste.

Imagen
Llegaste y me arrancaste el corazón, o al menos le diste un vuelco. Llegaste cuando estaba preparada, y no antes porque no te hubiera visto. De hecho apareciste antes de tiempo y no te vi, hasta que cambié de ojos. Tú, que no eres para nada perfecto, has conseguido incluso eclipsar a aquello que fingía serlo. Tus buenos días, que se convierten en los míos. Aunque hayan sido tan escasos. Quizá sean los únicos o los primeros de muchos. Porque no sé si serás para siempre o tan pasajero como una estrella fugaz. De todas formas no me importa, porque lo que me has dado es mucho más importante que cualquier deseo que pudiera pedir una noche de mediados de agosto. Te quiero sin quererte, porque en tan poco tiempo es imposible.  Pero te conozco a miradas. Te intuyo por la verdad de la noche y por el cariño de la mañana. Y poco más puedo decir de momento de ti. Quizá lo más bonito sea que quiero saber más.  Y que gracias por llegar.

Lo que de verdad importa.

Imagen
He aprendido que, si me dieran la oportunidad de volver a conocerte, volvería a cometer los mismos errores para tener hoy los mismos recuerdos de ti. Que todo lo que he sufrido me ha hecho madurar hasta quien soy hoy.  Y he aprendido a no cuestionar el poder del tiempo, que cicatriza todas las heridas que creía incurables, aunque a veces el proceso sea más lento de lo que me gustaría. Ahora sé que enamorarse de nuevo siempre merece la pena. Que el riesgo a salir herido es incomparable con todo lo que recibes a cambio.  Que puedes encontrar lo extraordinario en quien nunca te fijaste, que hay un amor desmedido en las personas que están dispuestas a querer sin condiciones.  Que hay personas capaces de alegrarte el día hasta desbordar felicidad, y que son muy difíciles de encontrar. Por eso vas a tener que asumir riesgos para mantenerlas a tu lado, para levantarte cada día con la seguridad de quien es afortunado. He aprendido que no hay red social que se compare con una mesa rodeada