Perdóname por escribir esto.

Perdóname por escribir esto, pero es la única manera que tengo de despedirme de ti, al menos de la mejor forma que sé, abriéndome en canal para sangrar letras sobre la pantalla.
No me preguntes por qué, pero te quedaste enganchado de pies y manos a mis costillas, y aunque ellas sepan que no cualquiera accede a mi pecho, conocen de sobra que quien lo hace se va a quedar durante mucho mas tiempo. No sé qué les hiciste a las mariposas de mi estomago, pero con los nervios que siempre llevo conmigo notaba que de un momento a otro se me saldrían por la boca, dirección la tuya y ojala hubieras sentido lo que yo, pero no. Quizá era pedirte demasiado. No sé que más me falto para que me echaras de menos mas de seguido, para que no salieras huyendo bajo la escusa de que tenias miedo, porque sabes que yo te hubiera hecho de todo, menos daño. 
Recuerda cada kilómetro que recorrí por ver tus ojos a milímetros de los míos, pero valieron la pena por tenerte a centímetros. Que ahora estoy a años luz de volver a sentir lo que en ese momento tus dedos me tocaron, que el universo se me ha quedado pequeño porque no tengo ninguna constelación como la tuya entre las manos y que me quedé enamorada del océano de tus ojos. Y esta carta es la botella que dejo como herencia por si algún día, dos locos enamorados la encuentran y deciden quererse como tú y yo pudimos habernos querido. 
Perdóname por escribirte esto pero no sabía que la última vez que te vi, iba a ser la última. 
Si no, no me hubiera despedido.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Te diré para qué te quiero.

¿Qué pasó la última vez que nos vimos?