Una carta al cielo.


<< Hola abuela. ¿Qué tal estás?
Yo por aquí abajo me siento muy rara, ahora que ya ha pasado el día más largo de mi vida, estoy muy rara. Todavía no quiero entender porque te has tenido que ir. Porque nos has tenido que dejar a todos aquí. 
Nos tenías que ver, a tu familia, esa que tanto te gustaba ver junta hoy estaba rota porque una parte de nosotros se ha ido para siempre. No hemos podido estar todos, ya sabes que somos muchos y que a veces es difícil.
Ha sido muy bonito abuela, estoy segura que te habría encantado, te tenias que ver... Rodeada de flores abuela, ni te imaginas las flores que han llegado para ti, estabas guapísima. En la iglesia han tocado unos amigos del tío Miguel y no podía dejar de pensar en todos los viernes de verano por la noche, todos esos conciertos que me llevabas de pequeña, año tras año, y que tanto te gustaban... Hoy era exclusivo para ti reina. 
También, el primo Luismi y yo hemos leído unas palabras en tu honor, yo no consigo recordar como lo he hecho, no me acuerdo, no era yo, porque me faltabas tú. Pero me han dicho que ha quedado muy bonito y en el fondo sé, que no he dicho nada nuevo que no supieras ya.
Hoy ha sido nuestra última reunión contigo aunque tú estabas dormidita. Te prometo que estaba convencida que te ibas a despertar, que solo estabas estabas echando una cabezada, como cuando me quedaba a dormir contigo y siempre me decías ¨a la cama que te estas durmiendo¨ y eras tú, que nunca me lo querías reconocer. Nunca he deseado algo con tanta fuerza como que te despertaras, escuchar tu voz, que me dieras esos besos en el oído que me daban un pitido horroso y que ahora tanto necesito, un abrazo que me diga que estás aquí, que no te vas y que nunca te vas a ir. Esa sonrisa eterna, que espero que estés donde estés no la pierdas nunca por favor. 
Abuela, no te haces una idea todo lo que necesitamos esos macarrones pasados, esa pasta de arroz o esas rosquillas duras. Necesito que me digas que tengo ¨la cacharra esa en el cacharro¨ o que me haya comido un plato entero y que hicieras como que no comía nada. Meterme contigo en la cama y decir ¨abuela rezamos y a dormir¨, que me toques el timbre para que baje a andar contigo, irte a buscar a las cartas todos los viernes para irme contigo a casa, que me hagas tragarme todos los partidos de Real Madrid, aun sabiendo que soy del Barsa. 
Abuela te necesito a ti. Mi vida no va a ser lo mismo porque hoy se ha ido una parte de mí. 
Te podría dar las gracias por muchas cosas, pero en especial por tu amor incondicional, que supongo que eso lo resume todo. 
He estado, estoy y estaré orgullosa de poder haber disfrutado de una abuela como tú.
Ojalá algún día mis nietos me quieran un cuarto de la mitad que te quiero yo a ti.
Tu nieta te adora y te recordará toda la vida. Por favor, no dejes de cuidarme.
Esto no es una despedida, es un ¨hasta pronto abuelita¨.
Descansa en paz.>>


Comentarios

Entradas populares de este blog

Te diré para qué te quiero.

Perdóname por escribir esto.

¿Qué pasó la última vez que nos vimos?