Ahora que nos estamos olvidando.

Sé de ti, quizás demasiado. Disimulo la punzada de nervios cuando alguien, sin querer, pronuncia tu nombre. Y todo vuelve. He dicho que prefería no entrar, cuando me dijeron que estabas en aquel bar. He preferido no mirar, cuando alguna amiga me ha apretado el brazo y he sabido que estabas ahí, apenas a unos metros. Y te juro que se me ha paralizado el tiempo y el cuerpo. Joder, algún día dejaré de temblar cuando te tenga cerca. Así que he preferido girar la cabeza, para no verte. Pero aún no soy capaz de decir que prefiero que callen cuando me hablan de ti.
Me pregunto cómo estarás tú, ahora que nos estamos olvidando. Sé que a ti también te han hablado de mí. Tal vez te preguntes quién es él, si habrá otros, si habrá un alguien. Pero no te preocupes, por el momento no tengo vacantes en mi vida y, por supuesto, ningún candidato. Yo también me lo pregunto, cuando me dicen que te han visto, que tal vez, quizás, tú, ella, no lo sé. No lo quiero pensar. No lo quiero saber. Estoy bien así, con todas mis preguntas sin respuesta.
No mires. Las fotos, los mensajes, los recuerdos, créeme que sólo será una forma de complicar las cosas. No la escuches, he borrado nuestra canción favorita, nuestra canción a secas, aunque ahora sienta que todas hablan de nosotros. Sé que para ti tampoco está siendo fácil, que aún estás tratando de olvidar, de continuar, de volver a empezar.
No te preocupes por mí, yo estaré bien. Ya sabes lo que se dice, con el tiempo. Aún tengo tu mirada grabada en la retina y tu olor está impregnado en las sábanas. Pero los días comienzan a volar más rápido aunque las noches sean interminables. Sólo quiero que sepas que lo hicimos lo mejor que pudimos, que nos quisimos hasta doler, que fuimos fuego y algún día, con el tiempo, seremos cenizas. Que siempre te recordaré, que siempre te querré, de alguna forma, a mi manera. Que espero que en la vida derroches felicidad. Que prefiero cerrar nuestro capítulo con un punto y final porque no creo que sea capaz de volver a pasar por lo mismo.
Pero también he de confesar que, durante un instante, me dejo llevar por la idea de volvernos a encontrar. Algún día, quién sabe. Y que todo sea como antes, como siempre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Te diré para qué te quiero.

Perdóname por escribir esto.

¿Qué pasó la última vez que nos vimos?