Cuestión de tiempo.


Pues al final va a ser que tenían razón. ¿Quiénes? Todos. Los que te dijeron que con los años lo olvidarías, los que te dijeron que son etapas, los que te aconsejaron que esperaras. Va a ser verdad, y todo es cuestión de tiempo. Aquello que un día tanto dolía hoy no significa nada para mi. Que miedo. ¿Algún día las personas que hoy son importantes para mi dejaran de serlo? Supongo que eso solo depende de mi, de cómo las cuide y de cómo me cuiden ellas.

Cuando era pequeña no entendía por qué los mayores decían que el tiempo cada vez pasa más rápido, y ahora, cuando quiero darme cuenta es verano, y luego invierno, y luego verano otra vez. Cuando pienso en algo que sucederá en unos meses y me digo que aún falta mucho, un día de repente me despierto y ya no falta nada. Teníais razón, cuando creces el tiempo pasa más rápido. Ojalá pudiéramos pararlo. En los buenos momentos, al menos.

A veces pienso que el tiempo ya no pasa igual para mí. Que me pongo a hablar del instituto, de la última vez que vi a fulanito, de la última vez que vi aquella película o leí aquel libro y, cuando me pongo a pensar, me doy cuenta que fue hace años y yo hubiera jurado que había sido ayer. Que hay momentos y personas que recuerdo con detalle e intensidad y, sin embargo, si pienso en lo que hice ayer casi ni me acuerdo. La memoria, con el tiempo, se vuelve selectiva. Y menos mal.

Pero ahora, tras el paso de los años, sé que por mucho que pase el tiempo todo será, más o menos, igual. Sé que seguiré brindando por lo mismo, aunque sean otras personas las que sostengan la copa. Qué algunos se han ido y otros han llegado, y por el camino he compartido penas y alegrías, y aún así no cambiaría nada. Y ahora que ha pasado el tiempo, puedo asegurar que yo sigo siendo la misma. Que seguiré siendo fiel a los que han izado mi bandera. Que he luchado y he sufrido, que he alcanzado sueños y otros se han perdido entre mis lista de cosas pendientes, pero seguiré intentándolo cada día, siempre que me quede tiempo, para no arrepentirme de algo que no llegué a hacer. 

Y por eso es tan importante valorar el paso del tiempo. Por eso debemos sentirnos inmensamente felices cuando cumplamos años, cuando nos salga la primera arruga, la primera cana. Y no digo que aprovechemos cada momento y que vivamos cada día como si fuera el último porque, sinceramente, yo lo he intentado y me ha sido imposible. Simplemente escribo este texto para decirte, a ti, que no te preocupes, que todo llega, que todo pasa, que vendrán muchas cosas buenas y, por desgracia, otro montón de cosas malas. Que no te sientas desafortunado sin motivo, que no te obceques en disimular el paso del tiempo, porque eso significa que has vivido y que sigues ahí, de pie, para vivir mucho.
Más. Mejor.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Te diré para qué te quiero.

Perdóname por escribir esto.

¿Qué pasó la última vez que nos vimos?